Movimiento 15M en Ávila
Al pie del monumento a las glorias de Ávila y con en fondo privilegiado del edificio de Moneo, abarrotado de gente en las ventanas para participar activamente en la protesta de los jóvenes de la ciudad, van sucediéndose los días en el campamento de El Grande. Desde esas ventanas, los propietarios anónimos (esos sí que son los verdaderos anónimos), les arrojan ofertas de trabajo, becas para universidades extranjeras, contratos de alquiler ventajosos y hasta planes de pensiones para cuando sean viejecitos: cualquier cosa que pueda hacerles volver a casa, al calorcito de la cama revuelta y las tostadas. Pero ellos, erre que erre, empeñados en tocar las pelotas para que los medios de comunicación los saquen (no saben ellos lo que cuesta eso en Ávila) con algún titular digno y fotos expresivas.
El día que se organizó el movimiento frente a la puerta del Alcázar, algunos viejos nos unimos al arranque de su protesta, un poco emocionados y nostálgicos de otros tiempos. Algún partido andaba por allí buscando réditos. Pero daba lo mismo, lo importante era que nuestros chicos (también las chicas, claro) por fin se habían decidido a manifestar que ellos no quieren ser el futuro, sino que son presente. Y que ya está bien de peloteo, “son la generación mejor preparada de la historia de España”, cosa que, por otra parte, habría que discutir porque hay de todo. Si lo sabremos quienes nos hemos dedicado durante años a enseñarles algo.
Mi simpatía, mi solidaridad con sus preocupaciones, mi preocupación porque sus aspiraciones se vean disueltas en la indiferencia del resto de la sociedad, mi miedo de que salgan algunos queriendo dirigir el pelotón de rescate para convertirlo en cruzada salvadora al servivio de cualquier partido. Se admiten ensayos y tesis doctorales sobre el Movimiento 15M, pero que periodistas, sociólogos, tertulianos furiosos y especies de opinión en general nos dejen disfrutar un poco más, lo que haga falta, con este aire fresco que hacía décadas que no soplaba.
El día que se organizó el movimiento frente a la puerta del Alcázar, algunos viejos nos unimos al arranque de su protesta, un poco emocionados y nostálgicos de otros tiempos. Algún partido andaba por allí buscando réditos. Pero daba lo mismo, lo importante era que nuestros chicos (también las chicas, claro) por fin se habían decidido a manifestar que ellos no quieren ser el futuro, sino que son presente. Y que ya está bien de peloteo, “son la generación mejor preparada de la historia de España”, cosa que, por otra parte, habría que discutir porque hay de todo. Si lo sabremos quienes nos hemos dedicado durante años a enseñarles algo.
Mi simpatía, mi solidaridad con sus preocupaciones, mi preocupación porque sus aspiraciones se vean disueltas en la indiferencia del resto de la sociedad, mi miedo de que salgan algunos queriendo dirigir el pelotón de rescate para convertirlo en cruzada salvadora al servivio de cualquier partido. Se admiten ensayos y tesis doctorales sobre el Movimiento 15M, pero que periodistas, sociólogos, tertulianos furiosos y especies de opinión en general nos dejen disfrutar un poco más, lo que haga falta, con este aire fresco que hacía décadas que no soplaba.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.