martes, 22 de noviembre de 2011

Ya pasó

Como les dicen a los niños cuando les ponen la vacuna o les curan la herida: ¡Ya pasó! Ya he vuelto, un poco quebrantado pero entero. Quince días recorriendo la provincia de Ávila y los barrios de la capital me han devuelto la perspectiva para separar realidad de apariencia. Ahora veo las elecciones, en las que acabo de participar, como aquellas arquitecturas efímeras del Barroco que se montaban para la entrada del rey en la ciudad, la muerte de la reina o el nacimiento del príncipe. Mucho aparato, mucho pintarrajo, pero tras una semana de lluvia o sol intenso no quedaba ni rastro del boato.
Me quedaré con los detalles humanos de esta experiencia y tal vez los convierta en algo escrito cuando cese el ruido que se ha instalado en mi escritura. Me inquieta que más de siete mil quinientas personas hayan señalado mi nombre en la papeleta. ¿Cómo voy a corresponder yo ahora?

Vuelvo a mi blog, que es ya una adicción de la que no quiero salir, con la intención de seguir siendo incorrecto siempre que me parezca, y ahora más, después de haber tenido que morderme la lengua con algunos viejos enfurruñados, ¿por qué están tan cabreados? con su pensión garantizada, sin hipoteca, el hogar para jugar al tute por las tardes, su chocolate con churros gratis en las fiestas, la quincena pagada en La Manga, "oiga, a mí no me dé, que yo no quiero saber nada de política, además yo voto al PPSOE"; y ellas poniéndote cara de haberte sorprendido saliendo del lavabo de señoras. ¿Qué les pasa? Están regañaos y ni ellos mismos saben por qué. Deben de ser los programas de telegentuza los que les han robado la amabilidad que dan los años.

1 comentarios:

Lector de blog dijo...

A ver si reaparece aquello de Vivíamos en un palacio.

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