miércoles, 9 de enero de 2013

Felipe Segovia Olmo, in memoriam

El pasado 2 de enero falleció en Madrid Felipe Segovia Olmo.
Del obituario ya se ocupará la Institución SEK, que él convirtió en referente de la educación en España allá por los años 60 y de la que ahora era presidente de honor. Me quedaré aquí con algunos recuerdos personales imperecederos. Los malos momentos, que también los ha habido, quedan hoy anulados con el sentimiento de estupor por el amigo que se ha ido.
Conocí a Felipe Segovia en 1967. Acababan de despedirme de un colegio de barrio porque me había atrevido a exigir del dueño que nos diera de alta en Seguridad Social a los profesores. Felipe Segovia no dudó en hacerme un hueco en el claustro del colegio San Estanislao de Kostka (SEK) de Arturo Soria. El colegio había sido considerado experimental para poner en marcha la Ley Villar: coeducación progresiva, enseñanza personalizada,evaluación continua de verdad, formación continua del profesorado, orientación preuniversitaria de los estudiantes; más las iniciativas propias de la institución: la creación de la revista y editorial Didascalia, el fomento del deporte (campeones nacionales en gimnasia deportiva y esgrima), el club de profesores (¡aquellos partidos matutinos de balonvolea!, como entonces se decía, ciencias contra letras; y aquellos desayunos espléndidos que servía la gente de María Rosa Bonet: entrábamos en clase como motos), el aula de cultura, el aula de periodismo, el grupo de teatro premiadísimo, los laboratorios, los talleres, la cúpula de astronomía, el circuito cerrado de televisión, las ferias de material didáctico, las primeras semanas blancas. En aquel colegio fui profesor, jefe de estudios y director. En los diez años que ejercí mi profesión allí aprendí cuanto sé sobre docencia y educación.
Años más tarde, cuando ya había abandonado la institución y estaba en el final de mi carrera profesional como docente en la enseñanza pública, Felipe Segovia me honró con su amistad y me encomendó hacer real algún sueño antiguo, como la aventura de septiembre-octubre de 2005: la travesía del Mediterráneo patrocinada por su universidad, la Camilo José Cela, con treinta universitarios a bordo del bergantín-goleta “Amorina” (Almería – Alicante – Palma – Roma – Nápoles – Ítaca – Corinto-Patras) para rendir allí homenaje a Cervantes; y el desembarco en Atenas. Bautizó aquella aventura de la universidad flotante con el nombre cervantino de “La más alta ocasión” y me honra decir que la dirigí.
De todos los recuerdos que ahora se agolpan en la memoria, elijo los de aquella travesía que acompaño con imágenes:
1. El jefe subiendo a la cofa del palo mayor de la “Amorina” para demostrar que aún estaba en forma. En realidad, competimos en el ascenso entre las bromas y aplausos de los estudiantes, ¡vaya par de viejos marinos!

 2. Atento a las explicaciones sobre náutica. Pude comprobar que seguía siendo lider entre la gente joven.
 3. En Roma, nos apartamos del grupo: “Jesús, me gustaría visitar la tumba del patrón”. Cogimos un taxi y fuimos a la iglesia recoleta de San Andrés, en El Quirinal. Permaneció largo rato ante el sepulcro de san Estanislao de Kostka labrado por Carlo Maratta, más en actitud de conversar que de orar. ¿De qué hablaron?

Adiós, amigo.

8 comentarios:

Tulio H. Demicheli dijo...

Como antiguo alumno (1963-1973)siempre sentí, aunque sólo era un niño y luego adolescente, que participaba en una gran aventura. Allí, en Arturo Soria 111, durante aquellos años fue verdad el lema "Educar en libertad" del Kostka verdadero. Descanse en paz. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Ha muerto una de esas personas a las que España deberia echar de menos No será exactamente asi porque nadie es profeta en su tierra pero al final se ha ido. Deja tras de si grandes ilusiones, construidas con mucho es fuerzo y a pesar de las envidias y la incomprension y la mala leche. Desde mi admiracion respeto y reconocimiento. Antiguo alumno 1962 1971 de Atocha y Santa Isabel
Antonio

Anónimo dijo...

Cuantos recuerdos de Arturo Soria! Añado un par: las clases de tráfico con karts en el patio con sus calles, semáforos y hasta policía!!! las clases de salvamento y las carreras de natación en la piscina descubierta, coger hojas de morera de los árboles de la salida de atrás para los gusanos de seda, el comedor autoservicio super moderno... Y un recuerdo aparte, el de una conferencia a la que nos llevaron no recuerdo donde, pero de la que se me quedó grabado a fuego un vaticinio: el futuro de España es el turismo. Y creo que acertaron plenamente hace 40/45 años. Y creo que muchos españoles a día de hoy no lo aceptan... Debo confesar que recuerdos de estudiar, más bien pocos (o:

Anónimo dijo...

Conociste a "el pulpo"???

Unknown dijo...

Por desgracia conocí aE l Pulpo, a E l Kubala y c, cómo no, a El Fede que nos abroncaba desde su puesto de jefe de estudios ¡Qué tipo más repelente! Tuvo la brillante idea de crear una cosa que se llamaba CEP (Cuerpo Escolar de Policía) es decir el chivato de toda la vida pero con carta institucional, hasta llevaban un brazalete. ¡¡Puagh!!

Anónimo dijo...

Recuerdo entrañable a un gran educador, el "pulpo". Gracias a él se respetaba a la gente, profesores y alumnos. Yusty

Unknown dijo...

Sí le conocí. Muchísimo.
Siento mucho lo de Felipe Segovia. También le conocí mucho. Me dió clase. Y a Jesús Arribas. Soy Antonio Ramos Llinás

Unknown dijo...

El pulpo, maravillosa persona

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