Prácticas de ortografía
Hablemos de ortografía aunque no sea "tendencia".
La editorial
bilbaína FHER (más tarde LIBRIFER) desde los años 40 venía seduciendo a los
niños y niñas españoles con sus álbumes de cromos, recortables, libros de
colorear, tebeos y un fondo estimable de literatura infantil. Todavía recuerdo
la búsqueda de algún cromo de Marcelino
Pan y Vino (1955), cuando ya no era tan crío.
Tuve el honor de
colaborar con Iñaki Aguirre y su equipo en el proyecto que les
presenté en 1984,
y que ellos acogieron, de abrir una línea editorial de libros didácticos de
autoevaluación dirigida a los estudiantes de “enseñanzas medias”, como entonces
todavía era correcto decir (aunque ya por poco tiempo). Así nació la COLECCIÓN
INSTRUMENTA, cuyo primer título, Recuperación
ortográfica, tuvo diez y siete ediciones entre 1985 y 1997. Ayudó, sin
duda, a muchos alumnos a mejorar su expresión escrita. Han transcurrido dos
décadas desde que INSTRUMENTA dejó de estar presente en las aulas.
El problema de la
disortografía, lejos de mejorar, ha empeorado debido, entre otras razones, a la
implantación inconsciente en las redes sociales de códigos de escritura que
prescinden de mayúsculas y signos ortográficos, al uso exagerado de
abreviaciones, a la invasión de “emoticonos” que ahorran tiempo, a tantos usuarios que
desprecian las normas y solo aspiran a hacerse entender rápidamente y como sea.
Esta es la razón
de que hayamos vuelto a editar revisados y actualizados, ahora en CALDEANDRÍN
EDICIONES, aquellos materiales que fueron tan útiles, con la esperanza de que
sigan siéndolo. PRÁCTICAS DE ORTOGRAFÍA es un libro-cuaderno de autoaprendizaje
y autoevalución.
A ver si hacemos
posible que terminar con el desmaño y el abandono de la norma vuelva a ser un
propósito de los hablantes y “escribientes” de nuestra querida lengua: el
español.
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