domingo, 22 de abril de 2018

Son de abril los libros mil...


Como todos los años, llega abril “lleno todo de flores amarillas” (siempre en nuestra memoria Juan Ramón); pero, además, repleto de recomendaciones sobre qué leer, qué títulos buscar en  librerías, qué elegir. La prensa se viste de amante de la lectura más o menos literaria (¡ay, la publicidad!) y cualquiera echa su cuarto a espadas sobre preferencias, autores favoritos, tendencias descubiertas… Mis recomendaciones personales se guían por criterios de oportunidad muy subjetivos; o sea, por lo que me ha gustado o está conmoviéndome en estos días todavía fríos de la primavera, que se resiste a consagrarse en Ávila, “pero es tan dulce cuando llega…”, ¿verdad, don Antonio…?

Uno. Me las he visto y deseado para terminar el primer tomo de Los enemigos del comercio (Espasa), de Antonio Escohotado, por lo denso y la carga de erudición que acompaña a su redacción; pero me propongo seguir con los tomos II y III. Admirable e digna de seguimiento su libertad para alejarse de lo manido y políticamente correcto.

Dos. Un libro para leer en pequeñas dosis, a capítulo por jornada, para degustar la delicia del ejercicio de estilo y disciplina que el autor se ha impuesto: noventa y cinco textos de ciento noventa palabras, ni una más ni una menos, para crear un universo alternativo a la realidad que nos imponen noticiarios y tertulias. 
Hay otra vida posible. Hablo de Ciento noventa espejos (Hiperión),de Francisco Javier Irazoki : otra forma de hacer poesía (en prosa) de la experiencia. Se aconseja leer un capítulo por noche, preferiblemente ya en la cama; y luego, no poner la radio.

Y tres. Una lectura que comenzó siendo de trabajo y se ha transformado en seducción. Mayda me da a leer el original de su última obra, Cuando salí de Cuba (Caldeandrín Ediciones), que está imprimiéndose estos días y va a aparecer antes de que llegue mayo. Adelanto aquí el texto que he escrito para la contracubierta:
«El alejamiento de la patria produce efectos de muy diversa índole en el escritor que lo sobrelleva: desde la nostalgia insufrible hasta el ajuste de cuentas, pasando por todos los grados imaginables que puede afrontar la escritura autobiográfica. Mayda Anias (Amancio-Las Tunas, 1965) ha elegido para los veintidós relatos que componen Cuando salí de Cuba otras tantas historias en las que predomina el sentimiento de desarraigo y frustración provocado por el exilio, más o menos voluntario, al que se ven conducidos los protagonistas. Y todo ello narrado en el estilo sorprendente que el lector ya conoce por sus obras anteriores: Tulipa, Narraciones de la Carretera y Un país para la Flaca. La tragedia cotidiana de quienes deciden abandonar la Isla constituye el motivo principal de las historias de esta última entrega de la escritora cubana».

Los deseos del librero escribidor: ¡Feliz Día del Libro! ¡Años felices  con libros! ¡Vida feliz, de libro!

1 comentarios:

luisrepresa dijo...

A la espera de " cuando salí de cuba" suscribo tus recomendaciones.

un abrazo jesus

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