Calendario fashion
Ayer lunes daba gozo pasear de día por la ciudad: once grados, húmedo tirando a lluvioso, nubes cubriendo las sierras que se contemplan desde el Rastro y las primeras cigüeñas en Santa Ana y Las Gordillas (¿o es que no se han ido y reparo ahora en ellas?). Se veía que la gente estaba respirando después de tres días de cocina, televisión, brasero y familia. Trajín en las tiendas, paquetería y mucho papel de regalo para la segunda y tercera parte de "estas fiestas tan entrañables", como repite cada año el Rey. En Ópalo, entran carretadas de la nueva edición de la Gramatica de la Academia. ¡Qué pereza, a estas alturas otra vez con la gramática! Pero habrá que comprarla, ¡120 euros!, para ver qué dice sobre cómo usan el tú en Cuba y Puerto Rico.
De repente reparo en que todo el mundo lleva en la mano un papel enrollado, como los balidos de los Austrias. ¡Es el calendario!, claro. ¿Mira que si se me pasa y me quedo sin él? La Caja, el Santander, Marcam, Velasco, Perfumerías Avenida, yo qué sé... compiten para ver quien anuncia mejor que Reyes cae en miércoles, la Semana Santa a primeros de abril y la Santa en viernes.
Yo soy más de la Caja para esto de los calendarios, principalmente por las fotos. Este año, vienen de naturaleza y paisajes vistos desde arriba, unos pedazo fotos que te dan ganas de ponerte las botas y salir a hacerlos tuyos. Pero me pongo a mirar con atención en qué cae mi cumple, que es lo que importa, y ahí empieza el problema, porque les ha dado la manía a los diseñadores de calendarios de no poner el día de la semana y así no hay manera de saber en qué día vives. Cada hoja con dos meses, ¡hala!, todo seguido, unos en negro y otros en rojo, como si se alternaran meses laborables con otros festivos. Y todo en cuatro cuartas de calendario en vertical, lo que me va a obligar a poner un clavo casi en el techo. En fin, que será muy fashion, pero he tenido que ponerme a escribir a mano lunes, martes, miércoles... y a separar los meses... y a meter en un círculo rojo los domingos y fiestas de guardar pera poner orden en la sucesión de los días. Estoy por comprarme un taco de aquellos.
Ya por la noche cambió el tiempo. Se puso a llover, se vaciaron las calles y las luces de tómbola barata que cuelgan de balcón a balcón adquirieron la conciencia de su fealdad cuando se vieron reflejadas en el espejo de la calle.
Era día de Inocentes.
1 comentarios:
Bueno, lo de los festivos..., no sé. Es que entre fiestas patronales, Semana Santa, Navidad..., y encima si cae lunes o viernes el festivo (los que tenemos calendarios de Caja de Ávila tardaremos en saberlo), puente. Es que entre unas cosas y otras, a lo mejor se han despistado los de la Caja y por eso han puesto mes rojo, mes negro. Quién sabe si lo que están queriendo decirnos es que debemos ser solidarios con los parados: un mes se trabaja, el otro, no.
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