miércoles, 2 de diciembre de 2009

Teoría del Moneo

El edificio que cierra la plaza de El Grande por el Sur, en Ávila, se ha ganado por antonomasia el título de "El Moneo". Ni siquiera El Ruedo en la Calle 30 de Madrid -otro ejemplo de la arquitectura colmenera- ha obtenido el privilegio de llamarse "El Sáenz de Oíza", con el nombre de su arquitecto. La ciudad patrimonio tiene en su catálogo de monumentos un caso peculiar de edificio firmado por aclamación popular.

Un día entré en El Ruedo y comprobé que por dentro era como una enorme plaza en espiral, con todos los dúplex (¿debería decir 'dúplices', Paco, maestro?) dando al jardín: el arquitecto le había dado la espalda a la autopista, ruidosa y sucia, dejando para dentro lo mejor.

¿Y si en Ávila -pensé- hubiera ocurrido que el Moneo se colocó mal?: lo de delante atrás y lo de atrás delante. De manera que la cuadrícula que da al Grande debiera estar mirando al valle y la fachada con más movimiento fuera la visible desde la plaza. A veces los planos dan sorpresas, como las fotos mal impuestas en las revistas, donde de repente un ministro o una actriz resultan zurdos por un descuido del montador.

Ya no tiene remedio. Puede haber sido un descuido imperdonable de la máquina fotocopiadora de planos. Y el pobre Moneo seguirá cargando de por vida con el sambenito. Una injusticia.

4 comentarios:

Mayda dijo...

No deja de tener interés que la primera visita a Ávila incluya El Moneo, con explicación incluida, más o menos airada, de un habitante que nos traspasa ese malestar que producen las cosas mal terminadas o mal empezadas, pero que se quedan como cicatrices expuestas sin otro remedio que la resignación.

kika... dijo...

Hay edificios que da igual que estén al derecho que del revés...

besos,
K

jmrwinthuysen dijo...

No desdeñemos el hecho de que el Moneo (siguiendo la oleada Guggenheim)es el primer edificio de Ávila firmado por un arquitecto estrella. Y que la fuerza como reclamo publicitario de estos diseños de autor se acrece cuando acaban en engendro. Ese éxito completo se ha producido: los visitantes se paran a preguntar por el camino al "desaguisado urbanístico". Que el Moneo fuera simplemente un edificio bien hecho y parecido es de ciudadanos descreídos y poco ambiciosos.
Juan

Anónimo dijo...

Creo que hay que verlo en sus aspectos positivos. Te pregunta un turista por la plaza del grande y le dices: ¿Ha visto usted un edificio nuevo, feo ...? y ya no tienes que decir más, se acuerdan de él y saben ir. Explicaciones que te ahorras. alguna cosa buena más tendrá, ya se me ocurrirá. Para iniciar la lista te vale.

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